El Ministerio de Hacienda enmarca estos datos "dentro del contexto establecido por la declaración del estado de alarma" a causa de la epidemia de COVID-19.
Entre enero y abril los ingresos del Estado retrocedieron un 6,7% (quedándose en 57.335 millones de euros) por la paralización de la economía, mientras que los gastos crecieron un 11,8% (77.264 millones) por la creciente demanda de prestaciones sociales.
El mes de abril —el único del cuatrimestre en pasar todos sus días bajo el estado de alarma— fue el que más déficit acumuló, con un aumento de 13.641 millones por un desplome de los ingresos del 29,2% y un aumento de los gastos del 48,7%.
España cerró el año 2019 con un déficit del 2,8% del PIB, el segundo mayor de la Eurozona.
Según pronósticos del Banco de España, la crisis del COVID-19 hará que el déficit del país se dispare hasta cifras que oscilan entre el 7 y el 11% del PIB al término de 2020.