"En la selva, en todo el territorio de la Amazonía ecuatoriana declaramos emergencia sanitaria hasta que se normalice la situación en las comunidades", dijo Marlon Vargas, presidente de la Confeniae, en una conferencia de prensa virtual.
La decisión de declarar la emergencia sanitaria en la Amazonía se da ante el avance del COVID-19.
Adicionalmente hay 354 casos sospechosos: 200 en la comunidad Achuar, 120 en la Waorani y 34 en la Shuar.
Hasta el momento hay 13 fallecidos a causa del virus y 2 personas en estado crítico.
"Esto va a ser un caos total si las autoridades no coordinan con todos los sectores de la región amazónica, principalmente con las nacionalidades indígena", destacó Vargas.
La provincia amazónica de Pastaza, en donde se asientan comunidades de las etnias Kichwa, Shuar y Achuar, es la más afectada por el COVID-19.
Según Vargas, en muchas de las comunidades indígenas donde hay acceso carrozable las empresas que compran madera, sobre todo balsa, no respetaron el toque de queda y han llevado la pandemia a las comunidades.
El dirigente indígena añadió que la Confeniae mantendrá permanente contacto con las diferentes nacionalidades para tener información actualizada y hacer una evaluación semanal o quincenal para determinar las acciones a adoptar en cada caso.