"Queda autorizada la prórroga del estado de alarma que será publicada en el Boletín Oficial del Estado", anunció la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, tras una votación que contó con el sí de 177 diputados y el no de 155, además de la abstención de 18 parlamentarios.
Es la sexta ocasión en que el Congreso español valida la solicitud del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de extender del estado de alarma que fue decretado el pasado 14 de marzo para frenar la expansión del coronavirus.
La alarma es una herramienta constitucional que permitió al Ejecutivo limitar los movimientos de la población y prohibir ciertas actividades económicas durante la crisis del COVID-19, con el fin de evitar más contagios.
El país se encuentra inmerso en una desescalada gradual de desescalada de las restricciones, aunque el Gobierno mantiene la cautela en zonas como Madrid y Barcelona, donde todavía se dan la mayoría de contagios diarios.
Por ello, esta última prórroga permitirá al Ejecutivo mantener algunas de las medidas hasta finales de junio, cuando España entre en una etapa de "nueva normalidad" en que se eliminen las restricciones pero se mantengan las medidas de seguridad e higiene.
"El enemigo es el virus y la política debe servir para combatirlo juntos", señaló Sánchez tras pedir el apoyo de los partidos para aprobar su petición.
En una intervención al comienzo de la sesión parlamentaria, el presidente español celebró que la desescalada "no ha tenido un impacto negativo en la evolución de la epidemia".
No obstante, defendió la continuidad de la alarma durante las próximas semanas porque: "el virus sigue entre nosotros y seguiremos pidiendo prudencia".
La sesión estuvo marcada por las duras críticas al Gobierno por parte del conservador Partido Popular (PP) y los ultraderechistas de Vox, principales fuerzas de la oposición.
Ante estas calificaciones, Sánchez se mostró en contra de este tipo de confrontaciones y pidió a la oposición "romper la cadena de odio" contra el Gobierno español.
Como en anteriores ocasiones, el debate en sede parlamentaria estuvo repleto de crispación y enfrentamientos verbales y mostró la gran distancia entre las principales fuerzas políticas del país.
También reflejó la debilidad de un Ejecutivo obligado a arañar apoyos para aprobar cada trámite que lleva a debate en el Congreso.
Sin embargo, Sánchez consiguió pasar la medida con ventaja respecto a previas prórrogas, gracias a los pactos formados en los últimos días con los independentistas de Cataluña y el País Vasco y los liberales de Ciudadanos.
