"La fecha de hoy es muy significativa, porque los italianos podrán moverse libremente en todo el país, entre todas las regiones. Es un mensaje importante de seguridad que Italia da al mundo entero", escribió en su página de Facebook el ministro de Exteriores, Luigi Di Maio.
A partir de este 2 de junio los italianos podrán viajar sin la necesidad de llevar consigo una declaración que justifique sus desplazamientos con motivos de trabajo o salud.
La libertad de circulación recién recuperada aumentó el tráfico en las ciudades más importantes y causó largas colas de coches en las cercanías de Génova, incluso en Messina, donde se toma el transbordador para ir a Sicilia.
Algunas regiones meridionales, que temen una nueva oleada de contagios con la llegada de los turistas del norte del país, introdujeron medidas sanitarias suplementarias para los forasteros, como el registro obligatoria, la medición de la temperatura y el rastreo de desplazamientos.
En todo el país se mantienen medidas de prevención por el COVID-19, entre ellas la prohibición de reuniones multitudinarias y el uso obligatorio de la mascarilla en los espacios cerrados y en los medios de transporte público.
Turismo seguro
A su vez, Catherine Smallwood, responsable del programa de emergencias de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que la tasa de infección por el COVID-19 en Italia está disminuyendo, pero es necesario tomar medidas de seguridad para reanudar el turismo.
Agregó que ahora muchos países están pensando en los meses de verano (boreal) y la reanudación del trabajo del sector turístico.
"Es necesario que todo funcione de manera segura. Aquí se deberá tomar una variedad de medidas de seguridad en el campo de la salud para que las personas puedan volver a viajar", dijo la experta de la OMS.
A nivel global Italia es uno de los países más afectados por la pandemia del coronavirus, con 233.515 casos de contagio registrados, incluidos 33.530 fallecidos y 160.092 recuperados.