Para cultivar sus diminutos hígados, los investigadores utilizaron piel humana donada por varios voluntarios para convertirla en las células madre de las cuales suelen derivar otros tejidos celulares. Dichas células fueron introducidas en el armazón de los hígados de los roedores, de los cuales fueron eliminadas sus propias células.
A diferencia de las investigaciones previas, donde en este armazón se incorporaban las células de los roedores, esta es la primera vez que los científicos logran usar células humanas para poblar el tejido funcional de un hígado, junto con su sistema vascular y la red de conductos biliares.
Los diminutos hígados parecieron seguir funcionando tras ser trasplantados en cinco ratas. Pasados cuatro días, las pruebas adicionales revelaron que los nuevos órganos secretaban ácidos biliares y urea. Mientras tanto, la presencia de proteínas de hígado humano en la sangre de los roedores indicó que los órganos estaban funcionando.
Sin embargo, no todo fue bien: el deficiente flujo sanguíneo registrado en el trasplante, así como la trombosis y la isquemia señalaron que todavía existían serias dificultades en la conexión de los órganos trasplantados a la red vascular de los animales.
"Creo que es un paso muy importante porque sabemos que se puede hacer. Se puede crear un órgano completo y operativo a partir de una célula de piel humana", explicó el patólogo Alejandro Soto-Gutiérrez, de la Universidad de Pittsburgh, citado por el portal Science Alert.
El uso de este método implica los siguientes beneficios: puede mejorar temporalmente el estado de los pacientes con insuficiencia hepática —una enfermedad que anualmente mata a más de 40.000 personas solo en EEUU— y alargar la vida de las personas que esperan el trasplante de este órgano vital, muy caro y que depende de que haya donantes.
"El objetivo a largo plazo es crear órganos que puedan reemplazar su donación. Pero en el futuro cercano, veo esto como un tipo de puente para las operaciones de trasplante. Por ejemplo, es posible que solo se necesite un refuerzo hepático temporal en los pacientes con insuficiencia hepática aguda en lugar de trasplantarles un hígado completamente nuevo", explicó Soto-Gutiérrez.