La Amazonía Legal es la mayor división socio-geográfica de Brasil, que contiene los nueve estados de la cuenca del Amazonas. La región fue creada en 1948.
Según el Instituto Nacional de Investigación Espacial del Brasil (INPE), en abril la destrucción de los bosques de la Amazonía Legal aumentó en un 63,75% con respecto al mismo período del año pasado. En 2019, Brasil registró la tasa más alta de destrucción de bosques en la Amazonía, que, según el INPE, aumentó en un 44% en comparación con 2018.
En una entrevista para Sputnik, André Guimaraes, director del Instituto de Estudios Ambientales del Amazonas, afirmó que los cazadores furtivos habían aprovechado el período de exclusión social y habían aumentado sus actividades en la región.
Según el experto, los incendios forestales se producen después de que se aumentase la tala de bosques.
"En general, el proceso es este: alguien encuentra el territorio, tala los árboles, saca especies valiosas de madera, acumula una montaña de material seco que ha quedado, y el próximo año hay incendios. Así que hay que estar atento a lo que ocurrió durante la temporada de tala del año anterior para predecir dónde ocurrirán los incendios el próximo año", destacó a Sputnik.
Doble epidemia
En un informe publicado en Researchgate se advierte del riesgo de una doble epidemia en los estados del Amazonas, ya que el período de quema de bosques con fines agrícolas coincide con el pico de la pandemia COVID-19 en el Brasil, que se espera que ocurra en julio.
"El material liberado, finamente disperso, producto de la combustión parcial de la biomasa, es absorbido por los pulmones causando diversos síntomas y exacerbando las enfermedades crónicas. En promedio, 120.000 personas fueron hospitalizadas con asma, neumonía o bronquitis cada año en la Amazonía Legal durante la estación seca de agosto a octubre, en el período de 2017 a 2019, cuando los incendios forestales se agravaron", aclaró Morello.
Morello comunicó que, generalmente, se necesita el 9% de las camas de hospital para hospitalizar a las personas con enfermedades respiratorias pero que, debido a la pandemia COVID-19, la cifra puede llegar al 46%.
Los pueblos indígenas y las familias con bajos ingresos van a sufrir más
Según el Instituto Socioecológico, Brasil ha registrado oficialmente hasta ahora 1.600 casos de COVID-19 y 59 muertes entre su población indígena. Morello cree que las familias de bajos ingresos y los pueblos indígenas serán las más afectadas por la doble epidemia.
"Los miembros [de familias pobres de bajos ingresos] viven tanto en las zonas urbanas como en las rurales del Amazonas y dependen del trabajo informal, normalmente pagado a diario. Muchos viven en viviendas de alquiler o sus condiciones de vida son inadecuadas. Esos factores impiden guardar cuarentena", explica.
Además, Antonio Oviedo, coordinador del programa de vigilancia en el Instituto Socioecológico, señaló que los pueblos indígenas del Brasil son particularmente vulnerables al coronavirus debido a las enfermedades y condiciones de salud que se han desarrollado históricamente, como la diabetes, los problemas respiratorios, la malnutrición.
Además de la pérdida física, COVID-19 está causando un enorme daño al capital social de los pueblos indígenas del Brasil. Mueren los indios ancianos que suelen tener conocimientos y sabiduría particularmente valiosos, señaló Oviedo.
"El problema de los ancianos indios es muy preocupante porque son tesoros vivientes, como una biblioteca de conocimientos. Por lo tanto, la pérdida del capital social es muy preocupante porque se pierde el conocimiento de la historia y la información que se transmite oralmente. Por lo tanto, [la pandemia] afecta no solo a la salud, sino también al desarrollo social y étnico de estos grupos", advirtió.