"No es un tema internacional, Ayasofya es propiedad de los otomanos y se usó como mezquita. Es nuestra cuestión soberana", dijo en la cadena NTV.
Cavusoglu admitió que la basílica "forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco" y es por ello que Turquía asume la responsabilidad de preservarla.
"Pero una cosa es su preservación, y otra es su estatus, el acuerdo con la Unesco no dice nada sobre el uso de Ayasofya", subrayó.
"En Salónica todavía no hay ninguna mezquita activa", apuntó.
Por su parte, el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, en su intervención en el V Foro Económico de Delfos lamentó que el tema del estatus de Santa Sofía se vea politizado.
"Es triste que ese asunto esté siendo instrumentalizado por razones políticas internas. Ese tipo de asuntos debe ser atendido con delicadeza, tomando en consideración tanto la perspectiva histórica como la religiosa", dijo.
A finales de mayo pasado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, permitió a los musulmanes rezar en el templo de Santa Sofía el 29 de mayo, en el 567 aniversario de la caída de Constantinopla y la conquista del templo por el Imperio otomano.
La ministra griega de Cultura, Lina Mendoni, lamentó la decisión, al recordar que el primer presidente turco, Mustafa Kemal Ataturk, en 1935 convirtió Santa Sofía en un museo porque "este monumento específico pertenece a la humanidad".
Por su parte, el portavoz del Gobierno griego, Stelios Petsas, tachó de "irritante" la decisión de Erdogan, diciendo que pese a que el templo es "un museo de patrimonio cultural internacional, ahora se usa con otros objetivos".
En marzo de 2019 Erdogan ya prometió cambiar el estatus del templo en el marco de la campaña electoral para los comicios a alcalde de Estambul. Sin embargo, en aquellas elecciones celebradas en julio del año pasado el candidato del partido de Erdogan y ex primer ministro Binali Yildirim, perdió ante Ekrem Imamoglu, del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP).
