"Si Corea del Norte pasa a unas acciones reales, inevitablemente pagará un precio correspondiente", dijo un alto cargo del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur en una rueda de prensa del Ministerio de Defensa.
Expresó una profunda preocupación por las declaraciones del Estado Mayor norcoreano respecto a sus planes militares, subrayando que estas acciones violan los acuerdos intercoreanos, la declaración de Panmunjom y el acuerdo militar de 2018.
Más temprano el Estado Mayor de Corea del Norte, citado por la Agencia Telegráfica Central de Corea, declaró que Pyongyang planea desplegar de nuevo sus tropas en la región de Kaesong y cerca de la montaña Kumgangsan en la frontera con Corea del Sur.
Además, el medio afirmó que Seúl solicitó la posibilidad de enviar sus representantes para las negociaciones con el líder norcoreano, Kim Jong-un, aunque Pyongyang rechazó la propuesta.
Corea del Norte destruyó la oficina de enlace que operaba con el Sur en la ciudad fronteriza de Kaesong, fruto de los acuerdos logrados en la cumbre histórica que el líder nocoreano Kim Jong-un, y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, mantuvieron en abril de 2018.
Las autoridades norcoreanas dejaron de usar esa oficina la semana pasada, cuando cortaron las líneas de comunicación civiles y militares con la nación vecina.
El Gobierno norcoreano llamó a Seúl a frenar las actividades de la oenegé, que también prometió un lanzamiento de un millón de globos para el 25 de junio, fecha del inicio de la Guerra de Corea.
El Ministerio de Unificación de Corea del Sur, responsable de las relaciones con el Norte, presentó una denuncia contra la organización acusándola de "generar tensiones entre el Sur y el Norte y poner en peligro las vidas y la seguridad de los residentes (surcoreanos) en las zonas fronterizas".