"Según se desprende del informe de la acusación estatal, tiende a sostener la versión del derribo del vuelo MH17 con el sistema antiaéreo Buk pero ese escenario se aceptó en una etapa de investigación muy temprana", dijo el abogado en la audiencia este 22 de junio y agregó que "la investigación ulterior mostrará si la Fiscalía logra evitar la tentación de apresurarse con tales conclusiones".
"La Fiscalía declaró que la investigación del papel de Tsemaj no ha terminado, tenemos la pregunta sobre cuándo terminará", dijo el abogado.
Tsemaj fue secuestrado en junio de 2019 por el servicio de inteligencia ucraniano y trasladado a Kiev y en septiembre fue puesto en libertad en el marco de la liberación simultanea de los presos de Rusia y Ucrania.
El 17 de julio de 2014, el vuelo MH17 de la compañía Malaysia Airlines, que se dirigía de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue alcanzado por un misil cuando sobrevolaba la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, zona convulsionada por los enfrentamientos entre las tropas ucranianas y las milicias. Los 298 ocupantes de la aeronave, en su mayoría neerlandeses, murieron.
En septiembre de 2016 los investigadores neerlandeses afirmaron que el Boeing fue abatido desde una zona situada al sur del poblado de Snézhnoe y controlada entonces por las milicias.
Por su parte, el Equipo de Investigación Conjunto (JIT, por sus siglas en inglés), formado por expertos de los Países Bajos, Malasia, Australia, Bélgica y Ucrania, afirma que el misil fue disparado desde un campo cerca de la localidad de Pervomáiskoe, bajo el control de las milicias.
La justicia holandesa responsabiliza por el derribo del avión a cuatro personas. Se trata de los rusos Ígor Guirkin, Serguéi Dubinski y Oleg Pulátov, y el ucraniano Leonid Járchenko.
Pulátov es el único que no está juzgado en ausencia, sus intereses los representa un grupo internacional compuesto por dos abogados holandeses y uno ruso. Los demás están juzgados en rebeldía.
El fiscal general neerlandés, Fred Westerbeke, que integra el JIT, aseguró que los cuatro sospechosos aunque no apretaron el botón para lanzar el misil, cooperaron supuestamente para obtener el sistema antiaéreo Buk y llevarlo al lugar desde donde se produjo el disparo.
El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró al respecto que Moscú reconocería los resultados de la investigación solo si logra participar plenamente en esta labor.
Además, recordó que Rusia había propuesto desde un principio llevar a cabo una investigación conjunta, pero su iniciativa fue rechazada, mientras se aceptó la participación de Ucrania, que no había cerrado el espacio aéreo sobre la zona de hostilidades en contra de lo que prescribe la norma internacional.