Algunos de los activistas atacan a los agentes de Policía con piedras y botellas, y vandalizan y derriban los monumentos a las personalidades a las que consideran racistas, esclavistas o colonizadores. Entre las víctimas de los manifestantes figuran el mítico político británico Winston Churchill, el general francés Charles de Gaulles —que dirigió la resistencia francesa contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial— o el rey Leopoldo II de Bélgica.
Las protestas estallaron en EEUU y Europa tras el asesinato del afroamericano George Floyd a raíz de una detención violenta. El hombre, desarmado, fue asfixiado por un agente de Policía.