"Nuestra tarea más importante consiste en garantizar que los resultados del sufragio sean fidedignos y absolutamente legítimos. No se puede admitir la coerción, ni la participación forzada, sin hablar ya del conteo incorrecto de los votos, para que nadie jamás pueda poner en tela de juicio la posición que expresen los ciudadanos de Rusia", dijo.
También indicó que se debe organizar un enérgico monitoreo del desarrollo de la votación.
El presidente recordó que, según la ley vigente, las enmiendas que se propone introducir en la Carta Magna no requieren sufragio general, pero él creyó importante someterlas a votación para que la gente exprese su actitud, pues corresponde a los ciudadanos decidir cómo debe ser la Constitución.
Las modificaciones a la Carta Magna especifican los nuevos requisitos que deben cumplir el presidente, los miembros del Gobierno y el Parlamento y los cargos relacionados con la soberanía y la seguridad nacional, establecen las garantías sociales del Estado ante los ciudadanos, modifican las funciones del Ejecutivo y el Legislativo, prohíben la secesión de los territorios de la Federación de Rusia y fortalecen el estatus del idioma ruso, entre otros aspectos.