"FGSZ notifica a los participantes del mercado que el regulador húngaro de energía y servicios públicos, en su decisión datada del 19 de junio de 2020, aprobó una propuesta para un plan de desarrollo a diez años que incluye la construcción de un nuevo gasoducto interconector entre Serbia y Hungría con una capacidad de 6.000 millones de metros cúbicos al año", comunicaron desde la empresa.
En febrero el embajador de Rusia en Hungría, Vladímir Serguéyev, destacó a Sputnik que las primeras entregas del gas ruso a Hungría desde el Turk Stream estaban programadas para finales del 2021 o principios del 2022.
Actualmente Budapest suministra el combustible azul a través de los gasoductos desplegados en Ucrania y depende mucho de la coyuntura política que experimentan las relaciones entre estos países. Previamente los problemas entre Kiev y Moscú en el ámbito gasístico habían interrumpido los suministros del gas ruso. Por ello, Hungría completó sus reservas de gas en el 2019 con suministros procedentes de Rusia a medida que se acercaba la fecha límite para que Rusia y Ucrania alcanzasen un nuevo acuerdo de tránsito.
El Turk Stream, que incluye dos tramos con 15.750 millones de metros cúbicos de capacidad al año cada uno, fue lanzado a principios de enero del 2020. A través del primer tramo el gas ruso se suministra a los consumidores turcos y, por el segundo, a los países del sur y sudeste de Europa. La construcción del gasoducto conectado al Turk Stream permitirá a Hungría importar el gas sin que este pase por Ucrania.
De hecho, Kiev no es el único que se opone a la expansión gasística de Rusia. EEUU ha intentado en repetidas ocasiones obstaculizar la implementación del proyecto ruso Nord Stream 2. Sin embargo, a pesar de sus impedimentos Rusia será capaz de completar este proyecto sin temor a las sanciones estadounidenses.