Estatua de Colón en Barcelona: entre el apoyo y el vilipendio | Vídeo

Convocados por la formación política Vox, varias decenas de manifestantes, portando banderas españolas y también catalanas, se congregaron el pasado 27 de junio junto a la estatua erigida a Cristóbal Colón en Barcelona.

"Estamos aquí porque defendemos España. Estamos aquí porque defendemos la hispanidad", afirmó el presidente de Vox en Barcelona, Joan Garriga, rodeado de correligionarios. Por una parte, el acto en sí era una respuesta ante los recientes ataques contra estatuas de personajes históricos españoles en EEUU ligados a la conquista y evangelización del continente americano. Por otra, era una contestación a quien en España se hace eco de este clima de opinión y aboga por la retirada de la vía pública de este tipo de mobiliario.

Los manifestantes en defensa de la memoria del almirante genovés trataron de hacer una cadena humana alrededor del monumento, pero por momentos se vieron incapaces, dado su insuficiente número. Los Mossos d'Esquadra, policía autonómica de Cataluña, presentes durante todo el acto, impidieron que un grupo de manifestantes antifascistas cortara el paso a los defensores de Colón. No obstante, un pequeño grupo de miembros de la comunidad LGTBI, también contrarios a la estatua y su significado en tanto estiman es contrario a la igualdad de derechos, logró llegar al pie del monumento una vez la manifestación se había disuelto, encontrándose con insultos homófobos de los partidarios de Vox, que ya se marchaban. La policía intervino con rapidez, separando ambos grupos. Es decir, las posturas de unos y otros se exacerbaron aún más a cuenta de la defensa o rechazo a la figura de Colón.

 "Para mí la estatua de Colón representa la supremacía blanca, que ese símbolo hasta ahora lo tienen hasta en los pasaportes de España", afirmó Alfre, simpatizante del colectivo LGTBI, sobre el monumento.

El monumento a Colón en Barcelona se halla en las inmediaciones del puerto, tiene 57 metros de altura y, con motivo de la Exposición Universal de Barcelona de ese mismo año, fue erigido en 1888 en honor de quien capitaneó el primer viaje de los europeos a América. "No hemos podido llegar a la manifestación porque antes de llegar los Mossos d'Esquadra nos han retenido, identificado, cacheado y retenido durante una hora", relató Natalia, integrante del grupo antifascista, que trataba de impedir la congregación de los partidarios de Colón.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aboga por mantener el monumento en su actual emplazamiento, si bien propone añadir una placa donde se explique la significación histórica del colonialismo y el contexto en que se produjo.

Las protestas no son nuevas

Dos semanas atrás, el 14 de junio, varios centenares de personas se manifestaron en Barcelona en torno a la estatua de Colón exigiendo la retirada de la estatua de Colon y portando carteles en su contra. Y en la madrugada del 28 al 29 de junio, grupos aparentemente ligados al independentismo catalán incluso prendieron fuego a la base del monumento.

En 2016 y 2018 el Ayuntamiento de la capital catalana ya registró sendas iniciativas para llevar a cabo tal acción, pero ninguna prosperó. En cambio, el consistorio regido por Ada Colau convino en retirar otra estatua, la de Antonio López y López, Marqués de Comillas, tras resolver que las prácticas de comercio esclavista de este personaje a lo largo del siglo XIX, que también se dedicó al mecenazgo artístico, eran incompatibles con los valores que actualmente defiende la ciudad. Su retirada se hizo efectiva en 2018.