"El problema del racismo en Italia es muy grave, como pudimos constatar durante la última década, cuando aumentaron sus manifestaciones violentas, incluidos los homicidios", dijo Enwereuzor.
En palabras del responsable de la ONG, la oleada de nacionalismo xenófobo y contra los migrantes llegó a Italia en 2017, "coincidiendo con la campaña electoral más larga de los últimos 30 años, que se caracterizó por la explícita incitación al odio, de parte de partidos políticos como la Liga y Fratelli d'Italia".
Como consecuencia, "2018 entró en la historia como el año con el número más alto de agresiones con armas de fuego contra los migrantes o ciudadanos italianos negros y los gitanos".
Según destacó Enwereuzor, las autoridades locales a menudo "manifiestan hostilidad explícita hacia las necesidades de vivienda de los migrantes, aplicando requisitos discriminatorios" o dando respuestas inadecuadas por el miedo a la reacción de los partidos de oposición.
En cuanto a las víctimas principales del racismo en Italia, Enwereuzor puntualizó que, además de los migrantes, son los gitanos y los ciudadanos italianos de orígenes africanos, asiáticos, latinoamericanos y del Este de Europa.