Imaginemos a Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins en ese viaje a bordo del Apolo 11. Era julio de 1969. En sus manos se mecía la ilusión de un planeta. Centenares de expertos se habían volcado en el proyecto y todo el mundo seguía impaciente lo que sería una famosa zancada. Pequeña para el hombre, grande para la humanidad. Cuando por fin imprimieron la suela en la Luna y regresaron a Tierra, se cerró una misión histórica. Se calcula que la siguieron unos 600 millones de personas. Imaginemos, pues, la de preguntas de todo tipo que surgieron.
El inodoro de nuestro planeta se sale de unos parámetros tan específicos. Por eso, el Lunar Loo Challenge, promocionado por la compañia HeroX, da la posibilidad de inventar un utensilio especial para estos viajes espaciales. Irá adaptado al módulo de aterrizaje Artemis, proyecto en el que ya se está trabajando para intentar alcanzar la Luna en 2024. Habrá que adaptarlo a la gravedad del satélite (unas seis veces menor que la de la Tierra), que ser "funcional" en esta extraña superficie y que ajustarse a la fisionomía masculina y femenina con diferentes pesos de entre 48 y 130 kilos.
Just launched: the Lunar Loo Challenges! Be a part of history by designing the toilet astronauts will use during future missions on the moon & Mars. Learn how NASA is #crowdsourcing human waste disposal concepts & how you or your kids can get involved: https://t.co/o15GxUMVM9 pic.twitter.com/wI7Gae2PwY
— HeroX (@Iamherox) June 25, 2020
Hay más condiciones. La NASA establece requisitos como que en el inodoro se pueda vomitar sin que el miembro de la tripulación tenga que meter la cabeza dentro de él, que pese menos de 15 kilos y mida menos de 0,12 metros cúbicos, que dé soporte durante al menos 14 días a dos tripulantes, que permita eliminar los deshechos fuera de la nave, que sea fácil de limpiar, que permita un tiempo entre usos inferior a los cinco minutos, que consuma menos de 70 vatios de potencia y que haga menos ruido que un ventilador doméstico.
"La NASA está pidiendo a la comunidad mundial nuevos conceptos de diseño para inodoros compactos que puedan funcionar tanto en microgravedad como en gravedad lunar", anuncia.
Estos diseños, añaden, pueden "adaptarse para su uso en los aterrizadores lunares de Artemis que nos llevarán de vuelta a la Luna". "Aunque los inodoros espaciales ya existen y están en uso (en la Estación Espacial Internacional, por ejemplo), están diseñados solo para microgravedad. De la NASA Human Landing System Program está buscando un dispositivo de próxima generación que sea más pequeño, más eficiente y capaz de trabajar tanto en microgravedad como en gravedad lunar. Este desafío incluye una categoría técnica y una categoría junior", exponen.
Y ha incluido condiciones concretas de estos actos cotidianos —algo embarazosos— como: acomodar la micción y la defecación simultáneas; recoger hasta un litro de orina por uso, con un promedio de seis usos por tripulación por día; acomodar 500 gramos de materia fecal por defecación, con un promedio de dos usos por tripulación al día; acomodar 500 gramos de diarrea por evento; acomodar un promedio de 114 gramos de menstruación femenina, por tripulación por día.
👩🏾🚀 With the #Artemis program, @NASA aims to land the first woman and next man on the Moon by 2024.
— National Space Centre (@spacecentre) June 25, 2020
🌕 They plan to use new technology to help them explore more of the lunar surface than ever before before sending astronauts to Mars. https://t.co/sc7s3TuQdy
Los 35.000 dólares se repartirán en tres grandes premios. El mayor es de 20.000 dólares (unos 18.000 euros). Los ganadores del segundo y del tercero recibirán 10.000 y 5.000 dólares (8.100 y 4.050 euros), respectivamente. El concurso se abrió el pasado 25 de junio y hay de plazo hasta el 17 de agosto. Los ganadores se anunciarán en octubre y cerrarán un posible interrogante de hace 50 años. Ya podremos imaginar a Armstrong, Aldrin y Collins en otra faceta más de ese capítulo que aceleró la historia.