El aviso a las fuerzas de seguridad lo dio el dueño del Hostal Levante, donde se hospedaban madre e hijo, tras encontrar los cuerpos sin vida de ambos. El propietario del negocio entró en la habitación en la que se alojaban tras pasar muchas horas sin escuchar ruido, lo que le hizo sospechar que algo podría haber pasado. Según indican fuentes policiales a la Agencia Efe, la mujer presentaría señales de ahorcamiento, pero el niño no tendría signos de violencia.
Según confirman fuentes cercanas a la investigación al diario El Mundo, en la habitación se hallaron varios comprimidos de ansiolíticos y una carta de despedida en la que explicaba que acababa con la vida del niño ante la posibilidad de que los Servicios Sociales le retiraran la custodia.
La mujer y su hijo llegaron el pasado sábado 4 de julio al hostal según ha confirmado su dueño. Según sus palabras, estos actuaron con "total normalidad" a su entrada en el lugar, en el que no se les conocía de anteriores estancias.