"La población tendrá que quedarse en casa excepto para ir a trabajar cuando no se pueda hacer teletrabajo", anunció en rueda de prensa la consejera de Sanidad del Gobierno catalán, Alba Vergés.
Como ya ocurrió durante el confinamiento decretado a nivel nacional en el mes de marzo, los ciudadanos también podrá salir de casa para asistir a centros sanitarios, atender a personas mayores o vulnerables y acceder a establecimientos en los que comprar alimentos.
"Pedimos a la población que permanezca en el domicilio el mayor tiempo posible y que solamente salga para trabajar y para comprar aquello que sea imprescindible", insistió Vergés.
La comarca del Segrià –una zona con 200.000 habitantes y una superficie de 1.400 kilómetros– se encuentra ya sometida a un confinamiento perimetral desde el pasado 4 de julio.
En esa zona, según datos recopilados por la Radiotelevisión Española (RTVE), se registraron al menos 1.441 contagios desde la detección de un primer caso el 23 de junio.
"Por eso adoptamos estas medidas", añadió Vergés.
España, que acumula un balance oficial de 254.000 contagios y 28.400 fallecidos por la pandemia, cuenta con más de un centenar de brotes activos de covid-19, pero el caso de Lleida es el primero que obliga a volver al confinamiento domiciliario.
Una decisión difícil
Tras el anuncio de la vuelta al confinamiento en parte del territorio, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, publicó un mensaje en redes sociales afirmando que se trata de una decisión "difícil pero necesaria".
En principio, la medida de confinamiento anunciada tendrá una duración de 15 días.