Más de 300.000 mascarillas han sido incautadas durante esta operación de la Guardia Civil y 14 personas han sido detenidas. Se les imputan delitos contra la sanidad pública, blanqueo de capitales, estafa, falsedad documental y pertenencia a una organización criminal.
El modus operandi consistía en cambiar el material sanitario de los envases originales, donde se detallaba la fecha de caducidad, e introducirlas en bolsas transparentes que luego se vendían en unas pequeñas cajas que incluían unos guantes, una mascarilla y un gel hidroalcohólico, todo vencido.
La operación Face Mask se desplegó justo después de la declaración del estado de alarma el 14 de marzo. En ese momento la Guardia Civil obtuvo información sobre el traslado de unas 252.000 mascarillas caducadas entre Andoáin (Gipuzkoa) y Pobla de Farnals (Valencia).
Desde la Guardia Civil precisan que, durante la emergencia sanitaria, esta red delictiva compró el material caducado a una empresa que, a su vez, la obtuvo de otra, ubicada en Valencia en un proceso concursal. Como el material sanitario carecía de documentación correspondiente, ellos falsificaban certificados de los organismos notificadores y, una vez tenían el material sanitario en las naves de distribución, lo trasladaban a diferentes regiones de España.
La Guardia Civil indica que durante la investigación pudieron constatar que esta red llegó a vender este material a empresas en Zaragoza y Valencia y que incluso intentó realizar compra-venta de estos productos caducados a otros países, como Portugal, Italia, Colombia o Turquía.