"Fue un intento de invadir nuestro país con la ayuda de terroristas y traidores dentro de nuestro Ejército. Pero Turquía demostró que no era uno de esos Estados de la región a los que se logró desestabilizar con disturbios internos y luego ocuparlos. El pueblo turco destruyó los planes de aquellos que querían pisotear su voluntad", dijo Erdogan en un discurso televisado a la nación.
La noche del 15 al 16 de julio de 2016, algunas unidades del Ejército turco intentaron derrocar al presidente, pero los ataques fueron sofocados y el golpe de Estado frustrado.
Las autoridades turcas responsabilizan a la organización del predicador islámico y opositor Gulen, la que llaman Organización Terrorista Fethullah Gulen (FETO), por la intentona golpista de 2016.
Los enfrentamientos se saldaron con más de 240 muertos y casi 2.200 heridos.
Tras la intentona, las autoridades del país iniciaron una purga masiva, fueron detenidos o suspendidos decenas de miles de militares, agentes, jueces, funcionarios públicos y docentes por su presunta implicación en la intentona o vínculos con FETO.