La propuesta, que afectaría a unos 92 millones de militantes del PCCh, aún existe en forma de borrador, y es probable que el presidente Donald Trump acabe rechazándola, según el periódico.
Supuestamente, la nueva orden ejecutiva citaría las mismas cláusulas de la Ley de Inmigración y Nacionalidad que la Administración Trump usó en 2017, cuando suspendió la entrada para ciudadanos de varios países mayoritariamente musulmanes. La normativa le confiere al mandatario el poder de bloquear temporalmente el ingreso de ciudadanos extranjeros que se consideran "perjudiciales" para los intereses de EEUU.
Una ley aprobada por unanimidad en el Congreso de EEUU y promulgada por Donald Trump el 14 de julio le otorga las herramientas para "hacer responder a China por sus acciones opresivas contra el pueblo de Hong Kong". El presidente firmó también una orden ejecutiva que pone fin a las preferencias de EEUU para Hong Kong, que pasará a recibir el mismo trato que el territorio continental de China.
Los detractores de esa ley en Hong Kong y en Occidente la atribuyen al deseo de Pekín de recrudecer el control sobre la región autónoma.
China rechaza cualquier crítica al respecto y sostiene que los temas relativos a Hong Kong son su asunto interno.