"Las prioridades inmediatas serán quitar trabas, eliminar el gravamen a la compra del dólar, articular mecanismos para la canalización de las remesas en función del desarrollo económico y social y diseñar la implementación de incentivos fiscales, de la deuda pública con participación de diversos sectores", precisó Gil, que también ocupa la cartera de Economía y Planificación.
También se trabajará para dotar de mayor autonomía de gestión al sector empresarial, implementar aspectos claves, aprobados y pendientes, fundamentalmente con respecto a las formas de gestión, incentivar la competitividad, el ahorro, la motivación por el trabajo y la política ambiental activa en armonía con el ordenamiento del país.
El viceprimer ministro cubano precisó que el área principal de atención es la producción nacional de alimentos, teniendo en cuenta las restricciones de insumos, e instó a atacar los problemas de carácter subjetivo relacionados con las estructuras de financiamiento, flexibilización de la comercialización, y la defensa del principio de relaciones de cobros y pagos.
También se prevé ampliar el trabajo por cuenta propia (privado), y se avanza en el diseño de un mercado mayorista que ofrezca productos con respaldo en moneda libremente convertible para la base productiva y para el sector no estatal, subrayó el ministro de Economía.
Eliminacion del gravamen al dólar
El ministro Gil anunció que a partir del próximo 20 de julio se eliminará el gravamen al cambio del dólar en el país, medida que beneficiará a todos los cubanos, tanto los que viven dentro y fuera de la isla.
La medida se adoptó, según el Gobierno cubano, para contrarrestar la política de persecución financiera aplicada por EEUU, que incluía amenazas a bancos extranjeros para impedir que Cuba pudiera depositar en el exterior los dólares en efectivo con que la población y los visitantes extranjeros pagaban en los establecimientos de la isla.
Gil señaló que uno de los principales impedimentos para el desarrollo económico de la isla es el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que EEUU impone desde 1962, y que se ha recrudecido en los últimos tres años, bajo la presidencia de Donald Trump.