El Gefest con su mira telescópica no solo aumenta la precisión de los ataques de las bombas no guiadas en pequeños objetivos ubicados en agua y tierra, sino que también monitoriza continuamente las coordenadas del objetivo y de la propia aeronave.
El sistema también es capaz de calcular los parámetros de los lanzamientos de bombas después de su caída y de manera automática hace ajustes al viento, la temperatura y las maniobras del avión. Además, la orden de usar la munición se da en el momento preciso.
"Otra ventaja es que los datos sobre el objetivo del sistema pueden ser transmitidos automáticamente por los guías de la aeronave y las computadoras realizarán su trabajo sin la intervención del piloto", explicó el excomandante de la Fuerza Aérea y del Ejército ruso, Valeri Gorbenko al medio ruso Izvestia.
Según los expertos, con la implementación de este sistema los pilotos también podrán interactuar con las fuerzas terrestres especiales, las de operaciones e incluso las tropas aerotransportadas.
No obstante, el Gefest no es totalmente nuevo, pues se trata de una versión mejorada del subsistema SVP-24 que fue adoptado el año 2008 e implementado en los bombarderos Su-24M que se encontraban en Siria donde demostró buenos resultados.