Con estos nuevos datos, el total de personas diagnosticadas por COVID-19 desde el inicio de la crisis sanitaria asciende a 267.551, de las que 28.426 perdieron la vida, dos de ellas en las últimas 24 horas.
Según datos ofrecidos en sede parlamentaria por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, actualmente España tiene 224 brotes de COVID-19 activos, 23 más que hace dos días.
Aunque la mayor parte de estos brotes están controlados, la situación es preocupante en territorios como Aragón y Cataluña, que concentran la mayor parte de contagios en julio.
De los 730 contagios diagnosticados en las últimas 24 horas, la mayor parte (309) se sitúa en Aragón, que actualmente aplica un confinamiento perimetral en las zonas más afectadas, como en la ciudad de Zaragoza, donde además se recomienda a la población local salir de casa lo menos posible.
Para intentar contener el aumento de los contagios, las autoridades de Navarra dictaron este 22 de julio la vuelta a las restricciones de la fase 2 de desescalada —que implica por ejemplo la reducción de aforo al 50% en bares— en un barrio de la ciudad de Pamplona que concentra 122 de los nuevos casos.
"La situación epidemiológica y la realidad en este momento aconsejan tomar medidas adicionales para minimizar al máximo posible la transmisión del virus", dijo en rueda de prensa la consejera de Salud de Navarra, Santos Induráin.
La proliferación de nuevos brotes de COVID-19 en España deja un perfil de contagiados muy distinto al registrado durante el pico de la pandemia en los meses de marzo y abril, ya que en esta ocasión hay un número mucho mayor de afectados jóvenes y asintomáticos.
El Gobierno de Navarra decretó que, para contener los contagios, los bares, discotecas, salones de juego y otros espacios de ocio nocturno deberán cerrar a las dos de la madrugada como muy tarde.
Las autoridades sanitarias de España llevan días expresando su preocupación por la proliferación de brotes relacionadas con los locales del ocio nocturno, que generalmente son ambientes cerrados en los que los clientes se relajan con el uso de la mascarilla para poder consumir bebidas.
"La gente puede salir y divertirse, pero hay entornos que pueden favorecer la transmisión. Esa manera de divertirse es una vía de amplificación del virus", dijo el 20 de julio la jefa de Área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), María Sierra.