Para ello Netanyahu está intentando crear una sensación de caos en la coalición que lo sostiene y evitará aprobar los presupuestos antes de fines de agosto, una circunstancia que usará para convocar las elecciones.
Según las fuentes citadas por el diario de Tel Aviv, Netanyahu se propone atacar directamente al aparato judicial para evitar que los jueces le prohíban en algún momento seguir funcionando como primer ministro.
El pacto de gobierno entre Netanyahu y el líder de Azul y Blanco Benny Gantz estipula que el primero será primer ministro durante un periodo de 18 meses.
El actual gobierno de coalición se estableció en mayo último después de una crisis de más de 500 días y tres elecciones consecutivas.
En círculos cercanos a Netanyahu se indicó que su principal objetivo es recuperar cuanto antes el control sobre el Ministerio de Justicia.
El actual ministro de Justicia, Avi Nissenkorn, pertenece a Azul y Blanco y, para disgusto de Netanyahu, en más de una ocasión ha defendido la independencia de los magistrados que juzgan el caso por corrupción de Netanyahu.
Si Netanyahu ganara unas elecciones en un futuro próximo, tendría la capacidad de designar a un ministro de Justicia a su medida.