"Sentimos que era absolutamente crucial que esta imagen se hiciera. Para entender y conectar con el impacto humano de este devastador virus", escribió en su Instagram el fotógrafo Joshua Irwandi, de la National Geographic.
La aclamada fotografía retrata a una persona que murió a causa del COVID-19, su cadáver está envuelto en plástico sobre una camilla en una habitación de un hospital. La escena ha provocado reacciones diversas. Hay quienes aplaudieron su trabajo y otros que reclamaron que el fotógrafo había podido ingresar a la sala donde yacía una persona infectada, lo que no pueden hacer los familiares y allegados de las víctimas del COVID-19.
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Indonesia ha sido uno de los países que más se ha demorado en combatir la pandemia; y uno de los más golpeados. En marzo el presidente, Joko Widodo, promocionó un remedio casero con hierbas como cura de la enfermedad, sin ningún tipo de respaldo científico.
"Fotografiar a las víctimas del coronavirus en Indonesia es lo más desgarrador y espeluznante que he hecho nunca. En ese momento solo pensaba que lo que le pasó a esta persona podría pasarle a la gente que amo, gente que todos amamos", agregó.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) July 7, 2020
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En el país de 270 millones de habitantes, hasta el 23 de julio, había 93.657 personas infectadas y 4.576 muertes, según información de Johns Hopkins University.
"Por favor, comparta esta historia y por favor, actúe. Esta es la pandemia de nuestra vida. Debemos ganar esta batalla", pidió el fotógrafo.