"Existe un riesgo objetivo de falta del acuerdo", dijo Barnier a la prensa.
Según el diplomático, la negativa de Londres a comprometerse a una competencia abierta y justa y a un acuerdo pesquero equilibrado "hace que el acuerdo comercial sea poco probable en este momento".
"Queremos comerciar con el Reino Unido sin cuotas, sin aranceles, pero también sin competencia desleal", agregó.
Al mismo tiempo, Barnier advirtió que el acuerdo comercial debe alcanzarse a más tardar en octubre de este año para evitar una dura ruptura de las relaciones entre Bruselas y Londres.
A su vez, David Frost, el jefe de la delegación británica, confirmó que las negociaciones del Brexit entre Reino Unido y la Unión Europea no conducirán a un principio de acuerdo este mes de julio.
El primer ministro británico, Boris Johnson, apostó por finales de julio como plazo límite en la resolución de los grandes apartados de disputa con el bloque comunitario sobre el tratado comercial y la relación en otras esferas en el Brexit.
El Reino Unido abandonará el mercado común y la unión aduanera de la UE el 31 de diciembre, con o sin tratado, marcando el paso definitivo del Brexit.
Frost destacó la pesca y las cuestiones de competencia justa en empleo, ayudas estatales y cambio climático, entre otra esferas —el llamado 'campo de juego equilibrado'—, entre los puntos en desacuerdo.
Frost acusó a la UE de no respetar la posición que tendrá el Reino Unido como "un país completamente independiente al final del periodo de transición".
El negociador europeo, Michel Barnier, reconoció igualmente que ambas cuestiones frustraron esta última ronda de conversaciones, que concluyeron en Londres este 23 de julio.
"Por su negativa actual a comprometerse a condiciones de una competencia abierta y justa y a un acuerdo equilibrado en pesca, el Reino Unido provoca que, en este momento, un tratado sea muy improbable", dijo el político francés.
No obstante, Frost expresó cierta confianza de que el acuerdo puede alcanzarse en septiembre, con tiempo suficiente para su ratificación antes de final de año.
Ambas partes intentan ahora adoptar posiciones que mitiguen su respectiva responsabilidad ante un potencial fracaso del proceso negociador.
Por lo pronto, el Gobierno de Johnson lanzó días atrás una campaña para concienciar al público de la inminente y definitiva ruptura con el bloque de Bruselas y las consiguientes trabas burocráticas que afrontarán exportadores e importadores de bienes y servicios de empresas comunitarias.
"(…) Nos enfrentamos a la posibilidad de no llegar a un acuerdo y debemos continuar preparándonos para todos los escenarios posibles", reiteró Frost en su comunicado.
Las conversaciones se reanudarán el 17 de agosto con vistas a retomar la negociación en septiembre.
El Reino Unido salió oficialmente de la UE el 31 de enero, perdiendo voz y voto en las instituciones y agencias comunitarias, pero estará sujeto a las directrices, normativas y compromisos financieros de la UE hasta el final del periodo de transición del Brexit, el 31 de diciembre de 2020, según el acuerdo pactado en octubre de 2019.
Cuatro años de divorcio y ¿qué le deja el #Brexit al Reino Unido?
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) February 2, 2020
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Durante este periodo de transición, Bruselas y Londres deben ponerse de acuerdo sobre la futura cooperación comercial.
A pesar de los escasos avances en esas consultas, el Reino Unido se niega a prolongar el periodo de transición y, si la situación no cambia, abandonará el mercado común y la Unión aduanera de la UE en poco menos de seis meses.