"Desde que finalizó el estado de alarma se han comunicado 527 brotes, de los que 412 continúan activos, que afectan a 4.870 personas", señaló Illa.
Esto supone un aumento de 51 brotes respecto a la cifra de 361 que el Ministerio de Sanidad venía dando en las jornadas anteriores.
Según las guías del Ministerio de Sanidad, se considera brote a cualquier agrupación de tres o más casos en los que se haya establecido un vínculo epidemiológico. Además, también se contabilizan como brotes todos los contagios en centros sociosanitarios, aunque sean aislados.
De acuerdo con las explicaciones ofrecidas por el ministro, el 60% de los brotes activos por coronavirus en España se concentran en Cataluña y Aragón, las regiones más afectadas por la proliferación de nuevos focos de contagio.
España realiza ahora un mayor esfuerzo de rastreo de los casos, lo que sirvió para constatar que el 60% de los positivos se corresponde a personas asintomáticas.
Además, el perfil de las personas diagnosticadas es de una edad media mucho menor que en la primera oleada del virus: mientras en marzo y abril la media de los contagiados era de unos 63 años, ahora está en unos 45.
Asimismo, por el momento el aumento de casos no se tradujo en una presión hospitalaria comparable a la primera oleada del virus.
"Estamos en un escenario distinto a los meses de marzo y abril (…) Si se toman estos datos en conjunto de forma cualitativa, y no solo el número de casos, el escenario es distinto", concluyó Illa.