El 24 de julio trascendió que el opositor Tsepkalo huyó de Bielorrusia con sus hijos ante el temor de que fuera detenido por las fuerzas del Estado.
"Es un circo. Cada vez que surge una situación difícil, pasa algo similar. Ya (el presidente de Bielorrusia, Alexandr) Lukashenko ha alcanzado Rusia", dijo Tsepkalo.
Añadió que si los detenidos realmente son mercenarios, entonces fueron contratados por el propio líder bielorruso, quien les "pagó para que estén un mes en prisión".
Ravkov señaló que en contra de los ciudadanos rusos detenidos fue abierto un caso penal.
Además, según su información, en Bielorrusia se encuentran otros 200 paramilitares, que supuestamente preparan provocaciones durante la campaña electoral de Bielorrusia.
El Kremlin negó las acusaciones de que Rusia envía a Bielorrusia grupos de "mercenarios" para desestabilizar la situación en el país vecino.
Bielorrusia celebrará elecciones presidenciales el próximo 9 de agosto.
La campaña electoral se ha visto enturbiada por la detención de políticos y activistas de la oposición y protestas ciudadanas en Minsk y otras ciudades.