Con motivo de estos eventos, Sputnik recuerda la historia del caza Su-30. Aunque el Su-57 y el Su-35S son actualmente las aeronaves insignia de la Fuerza Aeroespacial de Rusia, es precisamente el Su-30, en sus distintas versiones, el que forma el fundamento de esta fuerza militar, así como la Fuerza Aérea de la Armada.
Lo que es más, es uno de los cazas más exportados de Rusia, y actualmente es operado por 13 países más, incluida Venezuela con el Su-30MK2. ¿A qué se debe la enorme popularidad de esta aeronave? Para responder a esta pregunta hay que examinar la historia de su nacimiento.
¿Para qué se creó el Su-30?
Al comienzo de los años 80, la aviación militar de todo el mundo empezó a cambiar drásticamente. Estos cambios se debían no solo al desarrollo de nuevas tecnologías, armas y tácticas de combate, pero también por problemas industriales y económicos.
Surgió la tendencia de la unificación: sobre la base de una misma máquina, los diseñadores crean varias versiones, usando muchos elementos comunes para reducir los costos de los proyectos.
Y así comenzaron a crear cazas que podían llevar a cabo distintas misiones. Los primeros ejemplos de esta moda de la cuarta generación fueron el estadounidense F-15E Strike Eagle y su competidor directo: el Su-30 soviético.
La Fuerza Aérea de la URSS necesitaba un avión capaz no solo del combate aéreo, sino también de coordinar un grupo aéreo, llevar a cabo misiones de reconocimiento y atacar objetivos marítimos y terrestres.
El Su-27 era bueno en la primera misión, pero en el resto se quedaba corto. Además, los otros roles implicaban demasiado trabajo para un solo piloto.
Sin embargo, visto el enorme potencial y las oportunidades que presentaba el Su-27, este se convirtió en la base del nuevo programa. El trabajo comenzó en la Oficina de Diseño Sukhoi a mediados de los años 1980.





Allí optaron por tomar como base al Su-27UB: una versión biplaza de entrenamiento. Para el final de la década, los prototipos del nuevo caza empezaron a volar y el Su-30 fue introducido en la Fuerza Aérea en 1992.
¿Cómo se convirtió el Su-30 en un bestseller mundial?
El Ministerio de Defensa ruso compró algunos Su-30, pero debido a la situación económica que atravesaba el país durante los años 90 sus adquisiciones eran extremadamente bajas.
En vista de la falta de demanda por parte de los militares rusos, la compañía Sukhoi decidió salir al mercado global. Así se creó el Su-30K, la versión comercial. Este caza tuvo éxito. De hecho, tuvo un éxito que sus creadores no se imaginaban.

El caza ganó en varias grandes licitaciones militares y empezó a enviarse activamente a las fuerzas aéreas de países extranjeros. El principal cliente era la India. Al principio recibieron el Su-30K: una versión ligeramente modificada del Su-30 básico.
Para comienzos del siglo XXI, fue desarrollado el Su-30MKI —las siglas en ruso de Comercial Modernizado para India—, una versión mejorada especialmente para el país asiático. Más tarde, el Su-30MKI se convirtió en la base de muchas modificaciones locales creadas para otros países; entre ellos China, Indonesia, Malasia y Venezuela.
El Su-30MKI y sus modificaciones llegaron a ser tan efectivos, que la Fuerza Aérea de Rusia decidió añadirlos a su flota. Sin embargo, los requisitos militares rusos son bastante estrictos, especialmente en lo que se refiere a los componentes extranjeros en los sistemas del avión.
Esta es la razón por la cual Sukhoi desarrolló el Su-30SM doméstico: el caza más avanzado de la familia.