"En muchos países se paga el impuesto sobre la renta del 2%, mientras nuestro impuesto es del 13%. Este 2% es lo que estimula la salida de los capitales al exterior", dijo.
Por esta razón se tomó la decisión de sostener negociaciones con nuestros socios sobre la modificación de los respectivos acuerdos, señaló.
Al comentarlo, Putin constató que el presidente de Chipre acogió con comprensión la iniciativa rusa de enmendar los acuerdos tributarios.
"Lo único que preocupa a mi par de Chipre es que el flujo de recursos no se desvíe a otros países", señaló el líder ruso agregando que Rusia no está interesada en eso, que su interés consiste en que el dinero quede en el país o que se grave con un impuesto justo.
Además, indicó que se debe efectuar tal labor también con otros socios de Rusia.
"Si chocamos con la incomprensión de nuestra posición, nos reservaremos el derecho a rescindir los acuerdos firmados, lo que podemos hacer en plena correspondencia con el derecho internacional", subrayó.
Moscú ya ha hecho propuestas semejantes a Luxemburgo, Malta y Países Bajos.