"Corresponde al consorcio Nord Stream 2 AG tomar la decisión de reanudar o no la implementación del proyecto en las aguas danesas en función de su capacidad técnica", dijo a Sputnik el director del Segundo Departamento de la Cancillería rusa para Europa, Serguéi Beliáev.
El 5 de agosto, la organización ecologista alemana Deutsche Umwelthilfe (DUH) presentó una demanda ante una corte administrativa en contra de la autorización para poner en marcha el trasvase de gas por este gasoducto que unirá a Rusia y Alemania por el fondo del mar Báltico. Ese mismo día, el operador Nord Stream 2 AG comunicó que había tomado nota de la queja.
El Nord Stream 2, concebido para diversificar las rutas del suministro del gas ruso a Europa y elevar la seguridad energética, constará de dos ramales para transportar hasta 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural.
En el proyecto participan compañías de Alemania, Austria, Francia, Países Bajos y Rusia.
La construcción fue suspendida en diciembre de 2019 después de que Washington amenazara con sanciones a la empresa suiza Allseas que realizaba las obras.
Se oponen al nuevo gasoducto Estados Unidos que busca vender a Europa el GNL de sus yacimientos de esquisto y algunos países europeos como Polonia, Letonia y Lituania.
También Ucrania, que teme perder sus ingresos por el tránsito del gas ruso, está en contra del proyecto.