Un virus infecta al conjunto de los animales del planeta y vuelve su carne tóxica para el consumo humano. El poder político y de las grandes corporaciones, junto a los abogados del consumo insustituible de proteínas animales, imponen lo que se denomina la "Transición", un eufemismo que oculta la instauración de un sistema que reemplaza las cabezas de ganado por personas.
"La matriz de la novela es que hay un futuro o un universo paralelo en el que se legitima comer humanos y se naturaliza el canibalismo. En el mundo en el que estamos viviendo naturalizamos muchas cuestiones que están basadas en la violencia, como por ejemplo el patriarcado, que se empieza a cuestionar a nivel sistema. Tenemos una relación violenta con los otros, con la naturaleza y con los otros animales; no hay que ser profeta para imaginar que esto pueda generar reacciones voluntarias o naturales", dijo a Sputnik Bazterrica.
Sin hacer de la novela un panfleto del veganismo, la escritora utiliza el recurso de la ficción distópica para llevar al extremo la imposición de superestructuras de poder que no son afrontadas de manera crítica y honesta por las sociedades modernas, que tienen hoy toda la información posible al alcance de la mano, pero que no la usan de forma responsable.
Bazterrica explicó que, así como ocurrió tradicionalmente con la opresión a la mujer, existe hoy gracias al acceso a la información un desvelamiento de la relación entre las personas y la fuente de su alimento, que se fue perdiendo y pervirtiendo como producto de la industrialización. A diferencia de las zonas rurales, donde el acto del consumo animal implica un sacrificio y una ofrenda respetuosa, que entraña una conciencia del acto y un agradecimiento, los sujetos urbanos no sabemos lo que comemos, o preferimos la ignorancia.
Cuestionar lo servido y conectar con el otro
Cadáver Exquisito fue publicada en 2017 en Argentina, luego de ganar el Premio Clarín de Novela. Desde entonces, fue traducida a más de 10 idiomas y se transformó en un best-seller internacional. Recientemente fue editada con el título Tender is the Flesh en los EEUU, uno de los mercados menos permeables a la producción literaria extranjera, con excelentes críticas.
"A principio de la pandemia de COVID-19, el traductor al mandarín de la novela me contó que en China había circulado la 'fake news' de que las mascotas contagiaban el virus y que por esto la gente se empezó a deshacer de ellas. Una manera de controlar a la población es a través del miedo, que generan confusión y actos irracionales", comentó, al hacer un paralelismo entre algunas de las premisas que advierte el libro y los peligros que genera la desinformación y la docilidad.
Bazterrica destacó que estos acontecimientos de alcance mundial, que generan tanta inestabilidad, también tienen un lado positivo, que se puede ver en la manera en que despierta la solidaridad de las personas y donde la tecnología o la misma industrialización pueden resolver gran parte de las dificultades propias del aislamiento.
"En la novela nos fagocitamos los unos a los otros de manera literal, pero en los ejemplos cotidianos de microviolencia, como cuando nos ubicamos en un lugar de soberbia con el otro, lo hacemos de forma simbólica, y eso nos lleva a discriminar y matar. Sacando el aspecto muy trágico de la pandemia, es una oportunidad para reflexionar sobre qué es lo importante en la vida, como los vínculos, la conexión con el otro", concluyó la escritora.