Margarita Simonián, directora la agencia Sputnik y de la cadena televisiva RT, de la que Ruptly forma parte, hizo el anuncio en su cuenta de Telegram.
Serguéi Kamenetski y Alexandr Kovalev en el momento preciso de su detención lograron avisar del incidente a la agencia Ruptly.
Durante las protestas que comenzaron en Bielorrusia el 9 de agosto por los resultados de las elecciones presidenciales, se registraron numerosos casos de uso de la fuerza contra los periodistas. Así, los agentes de la policía golpearon con porras a un conductor y un periodista del periódico Komsomólskaya Pravda, aunque este llevaba un chaleco con la inscripción 'prensa' y se identificó.
El 11 de agosto las fuerzas de seguridad agredieron a tres periodistas de la cadena BBC en Minsk, pese a que todos ellos, según el medio, tenían las acreditaciones y llevaban chalecos de identificación. Además, la Asociación Bielorrusa de Periodistas denunció que en Minsk fueron detenidos con violencia dos trabajadores del portal de noticias Onliner.
A algunos periodistas se les prohibió el ingreso en Bielorrusia por cinco años.
Según declaró a Sputnik el secretario de la Unión de Periodistas de Rusia, Timur Shafir, cualquier ataque contra los reporteros es ilegal, y subrayó que todos los periodistas detenidos en Bielorrusia "deben ser puestos en libertad de inmediato".