Este 13 de agosto los activistas que no reconocen los resultados de las elecciones presidenciales en Bielorrusia, se congregaron en el centro de la capital polaca donde se ubica la oficina de la Comisión Europea, la oficina del Parlamento Europeo y la oficina de información de la UE.
Los manifestantes enarbolan carteles en apoyo a la opositora Svetlana Tijanóvskaya y en apoyo al pueblo de Bielorrusia, en general.
"Sabemos que la Unión Europea actúa de manera muy lenta y no tenemos tiempo. Decenas de personas resultan heridas en Bielorrusia, hay muertos", dijo el organizador de la acción, Maxim Cherniavski, quien se autodenomina refugiado político de Bielorrusia y lleva ya diez años viviendo en Polonia.
Señaló que los participantes de la huelga piden a la UE que "imponga severas sanciones" al Gobierno del presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, y "reconozca a Svetlana Tijanóvskaya como presidenta de Bielorrusia".
Los agentes de la policía de Varsovia que llegaron al lugar permitieron a los activistas continuar la huelga.
Lukashenko, que ocupa la presidencia bielorrusa desde 1994, logró el sexto mandato al recibir el 80% de los votos, según el recuento oficial, frente al 10% de la principal candidata opositora Svetlana Tijanóvskaya.
La oposición se negó a reconocer el escrutinio al afirmar que Tijanóvskaya habría conseguido entre el 70 y el 80% de los apoyos.
Tras el cierre de las mesas electorales, miles de personas se echaron a la calle en Minsk y otras ciudades de Bielorrusia para expresar su descontento con el cómputo oficial, protesta que fue dispersada por la policía con el uso de balas de goma, cañones de agua y granadas aturdidoras.
Las manifestaciones en Minsk dejan hasta el momento un muerto y miles de detenidos, conforme a los datos del Ministerio del Interior.