"Está muy mal eso […] no debe ser así. Vamos a investigar todos los casos. No ahora sino cuando se haya calmado todo", declaró Karáev, citado por la agencia Belta.
El ministro hizo esta declaración el mismo día en que la Iglesia Ortodoxa de Bielorrusia instó a los dirigentes del país a "cesar la violencia, oír las voces de los maltratados y las victimas inocentes del período de los enfrentamientos, así como condenar y llevar ante un juicio justo a los culpables de atrocidades".
Karáev intervino en un mitin convocado por la organización oficialista Biélaya Rus en apoyo al actual presidente, primera manifestación a favor de Alexandr Lukashenko en una semana de violentas protestas antigubernamentales.
A los hombres, según él, les pagan 30 rublos bielorrusos por participar ($12), y a las mujeres, el doble.
"Son utilizados a ocultas, su consciencia y subconsciencia son manipuladas", dijo.
Alexandr Lukashenko, que gobierna Bielorrusia desde 1994, logró el sexto mandato al obtener el 80% de los votos en las presidenciales del 9 de agosto, frente al 10% de la principal candidata opositora Svetlana Tijanóvskaya, según el escrutinio oficial.
La oposición se negó a reconocer este resultado al afirmar que Tijanóvskaya habría conseguido entre el 70% y el 80% de los apoyos.
Tras varios días de manifestaciones callejeras, que chocaron con una violenta represión policial y se saldaron con al menos 6.500 detenidos, centenares de heridos y al menos un muerto, en Bielorrusia se iniciaron también las acciones de protesta en importantes plantas industriales y otras empresas.