"Podría ocurrir un colapso en el sistema público (…) muchos trabajadores dejaron el sector privado, lo que está generando un cuello de botella en Asse [Administración de los Servicios de Salud del Estado]. Estamos hablando de que el sector público tiene entre 70.000 y 80.000 afiliados nuevos", dijo a Sputnik Bermúdez.
El Sistema Nacional Integrado de Salud de Uruguay da acceso universal a todos los residentes en el país.
La oferta se divide en público y privado y, como ocurre en la mayoría de países con sistemas mixtos, la atención brindada por los prestadores públicos queda restringida a la población de menores ingresos.

"Esto genera un cuello de botella en Asse, La caída de buena parte del sector privado, significaría un retroceso brutal en el combate a la pandemia", alertó.
La Federación Uruguaya de la Salud anunció el 18 de agosto que el 20 de agosto se realizará un paro parcial que irá desde las 08:00 hasta las 15:00 hora local (11:00 a 18:00 GMT).
La huelga será con concentración en el Obelisco de Montevideo —zona que concentra a buena parte de instituciones de la salud— y una marcha en caravana hasta el Ministerio de Trabajo.
Recortes
Por otro lado, Bermúdez señaló que a esta situación se le agrega el recorte que está realizando el Gobierno sobre el presupuesto público.
El 11 de marzo, el Gobierno de Luis Lacalle Pou aprobó un decreto que establece un recorte de 15% en gastos de funcionamiento e inversiones para la mayoría de los organismos estatales.
Asimismo, también señala que las vacantes generadas hasta el 31 de diciembre de 2019 no podrán ser cubiertas, y que en 2020 sólo podrá ser provista la tercera parte.
El 14 de agosto, el secretario nacional de trabajadores tercerizados de la Federación de Funcionarios de Salud Pública, José Ríos, dijo a Sputnik que el afán del Gobierno uruguayo de realizar recortes en todas las áreas del Estado está llevando a la salud por el camino de la privatización.

Bermúdez afirmó que el motivo del paro de este 20 de agosto se basa en la necesidad de encabezar un convenio colectivo que le permita a los trabajadores de la salud mantener el salario y el empleo ante una futura crisis que va a "dejar instituciones por el camino y también miles de puestos de trabajo".
El senador opositor Mario Bergara señaló el 11 de agosto a la radio M24 que el Gobierno recortó en pandemia 400 millones de dólares y posiciona a Uruguay en un lugar "vergonzoso" en la región, entre los países que menos destinaron para paliar la crisis ocasionada por el COVID-19.
Incluso el Ministerio de Desarrollo Social advirtió al Ministerio de Economía y Finanzas —en el marco de la elaboración del presupuesto nacional— que podrían existir dificultades para cumplir con las políticas sociales, en un contexto de crisis sanitaria, a raíz de la escasez de recursos.
Vacuna contra el COVID-19
Además, Bermúdez dijo que la Federación Uruguaya de la Salud expresó su preocupación ante la escasa información por parte del Gobierno sobre el acceso a la vacuna contra el COVID-19.
El 17 de agosto, el presidente Luis Lacalle Pou señaló que el Gobierno explora la "eficacia de las vacunas" y que cuando seleccione una "tratará de comprarla rápido", según informó el diario El País.
El mandatario aseguró que el Gobierno pretende comprar dos millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus, sin especificar cuál de las que se están desarrollando será la adquirida por Uruguay.
"Es muy grave que de forma liviana se diga por parte del Gobierno que se van a comprar dos millones de vacunas", expresó Bermúdez.
El dirigente dijo que lo ideal sería tener la vacuna antes del verano, no solo por el cuidado de la salud de la población, sino por el turismo.
El turismo es el rubro por el que entran mayor cantidad de divisas al país, según datos del organismo gubernamental "Uruguay XXI".
Respecto a la falta de información sobre qué vacuna se comprará y a qué precio, el dirigente advirtió que tal vez exista por parte del Gobierno alguna "limitación" desde el punto de vista ideológico para hacer acuerdos con determinados países.
"Poner el tema de la vacuna como una quimera, a la cual se va a llegar mágicamente sin un debate profundo nos parece una actitud por lo menos preocupante; lo miramos con mucha atención, nos faltan muchos datos para poder tener una opinión concreta, porque no se brinda información", lamentó Bermúdez.
Del total de personas positivas al COVID-19 en Uruguay, 1.219 ya se recuperaron y 40 fallecieron.