Con los 72 decesos subió a 4.305 el saldo de víctimas fatales de la pandemia de COVID-19 en Bolivia, que representan el 4,05% del total de contagios reportados.
La cifra acumulada de contagios a lo largo de la pandemia subió a 106.065, incluidos los 1.015 del 20 de agosto.
La tasa mundial de letalidad, según los datos de ese sitio acumulados hasta el 20 de agosto, era de 3,48%, con casi 800.000 decesos sobre unos 23 millones de contagios.
Chile tenía una tasa de letalidad de 2,7%, Argentina 2,7%, Brasil 3,2% y Paraguay 1,44%.
El jefe nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud, Virgilio Prieto, dijo este 21 de agosto a la televisión estatal que "a pesar de la efectividad reconocida de la cuarentena todavía es significativo el número de infectados que acude a los hospitales solo cuando sus síntomas han llegado a grado de gravedad, lo que redunda en sobrecarga hospitalaria y en muchos decesos".
El reporte oficial boliviano añadió que 41.111 pacientes de COVID-19 se habían recuperado hasta el 20 de agosto y que sumaban 60.649 los casos aún activos.
Bolivia es uno de los países que ha hecho relativamente menos pruebas de detección de contagios de COVID-19 entre su población, de más de 11 millones de habitantes, lo que según la oposición política y expertos provocaba dudas sobre la confiabilidad de las cifras oficiales.
Esta parecía ser una de las causas de que en Bolivia una de cada dos pruebas de laboratorio de COVID-19 arrojen resultado positivo, resultando una tasa de "positividad" del 50%, muy superior a los promedios regional y mundial.
Las pruebas de laboratorio de COVID-19 hechas en Bolivia hasta el 20 de agosto eran 211.310, según el reporte oficial.