"La pandemia sigue siendo una realidad" resalta la ministra Montero en una carta en la que pide a las autoridades regionales que apliquen medidas específicas con los prostíbulos y locales de alterne de la misma manera que se ha hecho con restaurantes, bares y locales de ocio nocturno, estos dos últimos cerrados para intentar frenar la propagación del coronavirus.
Montero asegura que se trata de un asunto "particularmente grave" porque "hace que los contagios que pueden producirse en esos locales lleven a un aumento exponencial de positivos de difícil rastreo". Además, insiste en la necesidad de que las autoridades regionales ofrezcan a las prostitutas "alternativas dignas" para que ellas puedan afrontar la situación. Entre las alternativas estarían recursos habitacionales y de atención sanitaria, una medida que se puso en marcha durante el estado de alarma.
"Sería un elemento fundamental para ofrecer a estas mujeres, tras los cierres de los locales, alternativas dignas que se hagan cargo de su situación", asegura.
La ministra ofreció "plena disponibilidad" de su equipo para cooperar con las comunidades autónomas en la aplicación de estas medidas.
Castilla-La Mancha ha sido la primera comunidad autónoma en decretar el cierre de los prostíbulos, una región que concentra la mayor cantidad de clubes de alterne de todo el país. En España hay aproximadamente 1.600 de estos negocios.
Esta semana se conoció que el brote de coronavirus de Alcázar de San Juan en Ciudad Real fue originado en uno de estos locales, una situación que ha dificultado el rastreo porque son pocas las personas que confiesan haber frecuentado estos lugares. Se han detectado doce contagios entre prostitutas y convivientes, pero hasta el momento no ha aparecido ningún cliente ni tampoco se tiene registro de quiénes estuvieron en el prostíbulo durante los días más críticos.