El anuncio del presidente de Rusia, Vladímir Putin, sobre la vacuna Sputnik V ha generado expectativas dentro de la población mexicana dado que abre la posibilidad para contener la crisis sanitaria que vive el país por la pandemia de COVID-19, incluso, ya hay personas dispuestas a colaborar en la última fase de la vacuna.
Uno de los factores que han aumentado las expectativas de los mexicanos en relación a la vacuna rusa es que desde el inicio el Instituto Gamaleya, que produce Sputnik V, expresó que México y Brasil podrían colaborar en el desarrollo de la vacuna a través de un estudio de fase tres.
Posteriormente, el 20 de agosto, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, confirmó que se reunió con el embajador de Rusia en México, Víctor K. Koronelli, para acordar la recepción de 2.000 dosis para continuar con los planes de colaboración en la fase final de desarrollo de Sputnik V.
Muy buena reunión con Víctor K. Koronelli, embajador de la Federación de Rusia en México, acerca de la vacuna Sputnik 5. Avanzamos. pic.twitter.com/6kpFbYiYjs
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) August 19, 2020
Los voluntarios mexicanos
La crisis de salud por la que atraviesa el mundo ha golpeado con mayor intensidad a países como México, que por tener un cuadro de comorbilidades previas —como diabetes, hipertensión u obesidad—, ha ocasionado que la cantidad de los muertos sea una de las más altas a nivel internacional. En la actualidad, es el tercer país con mayor número de decesos, 60.480 hasta el día 24 de agosto.
Este escenario ha ocasionado que cierta parte de los mexicanos fijen sus esperanzas en las vacunas, sobre todo en la de origen ruso Sputnik V. De hecho, algunos ya han manifestado que, en caso de que México llegara a ser uno de los países elegidos por el Instituto Gamaleya para realizar un ensayo de fase tres en el país, ellos estarían dispuestos a participar en esta última etapa.
"Cada día la Embajada de la Federación de Rusia en México recibe aproximadamente 30 peticiones de parte de los mexicanos de diferentes sectores de población —de estudiantes hasta académicos—", comentó a Sputnik Evgueni Nenashkin, el vocero de la misión diplómatica rusa en el país. Según Nenashkin, la cantidad de solicitudes va creciendo.
Héctor Fernández es uno de los mexicanos que desea colaborar en la fase tres de desarrollo de Sputnik V. Es maestro en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Está sano, pues no tiene ninguna enfermedad que lo haga vulnerable, a excepción de la edad.
"En México estamos viviendo una emergencia, creo que la vacuna rusa ofrece la oportunidad de acabar con esta tragedia que está sucediendo en nuestro país. Somos el tercer país con mayor número de muertes, entonces creo que reúne por un lado la seguridad de ser una vacuna rigurosa y dos que acortaría el tiempo para que la población en general la recibiera", expresa en relación a las razones por las cuales tiene preferencia por Sputnik V.
Por otro lado, dice que el recelo que ha despertado Sputnik V en otras partes del mundo se debe a que "la vacuna rusa representa una opción en tiempo corto, mientras que las otras vacunas están en la segunda etapa y todavía no sabemos cuándo iniciaría la tercera etapa; en cambio, los científicos rusos permiten que la tercera etapa se inicie ya en su país e incluyendo otros países".
Sin embargo, para él es justo asumir los riesgos de exponerse a un estudio de este tipo porque considera que es "algo muy importante y necesario en este momento", en el que un avance médico de este tipo pueda ser fundamental para sobrellevar la pandemia.
"Es otra de las maneras en las que puedo aportar un granito, no soy médico, pero sí del área de la salud y pues alguien tiene que hacer sacrificios; aunque suene muy dramático, los médicos, enfermeros y demás están dejando todo, y la verdad hasta me siento un poco impotente de pensar que no puedo hacer tanto", agrega.
Asimismo, destaca que las razones por las cuales desea ser voluntario en el desarrollo de la vacuna de origen ruso y no de otra se debe a que considera que "muchas de las grandes empresas de fármacos suelen anteponer más lo económico antes de los beneficios a la salud"; por lo que, tiene más esperanza en una cooperación de corte gubernamental entre Rusia y México.
México rumbo a la fase tres de Sputnik V
La fase tres de una vacuna es la última etapa de desarrollo, en la cual se evalúa si esta es capaz de generar anticuerpos en el organismo humano que lo protejan del virus —en este caso del SARS-CoV-2—. En este sentido, el objetivo es analizar si con la vacuna se puede generar inmunidad ante los virus a largo plazo y con ello impedir que se desarrolle la enfermedad.
Respecto a las características de los voluntarios, expresa que estos se seleccionan de forma aleatoria —personas sanas y vulnerables—, pero todos deberán comprometerse a asumir el nivel de riesgo que implica el estudio. Algunos de los riesgos son estar expuestos al virus, no embarazarse—en el caso de las mujeres— ni embarazar e incluso estar dispuestos a recibir dosis placebo sin conocimiento alguno.
Uno de los aspectos que influyen en que un país colabore en las fases de desarrollo de una vacuna es la negociación política entre los Gobiernos involucrados. Respecto a este punto, habría que recordar que desde el 13 de agosto, el canciller de México solicitó a Rusia la información clínica de la vacuna para poder evaluar la viabilidad de colaborar o adquirir ciertas dosis de Sputnik V.
Sobre este punto, Díaz Ramírez indica que el Instituto Gamaleya ya ha entablado comunicación con el Gobierno de México para llevar a cabo un ensayo de fase tres, pero precisa que primero se esperará la información clínica de los estudios de fase uno y dos para determinar qué tan confiable es realizar un estudio con personas mexicanas al interior del país.