Cada aspecto de este teléfono —desde una encriptación extra hasta una comunicación sin conexión a la red— se diseñó de tal manera que fuese lo más práctico posible en la implementación de las tareas de campo.
El nuevo Galaxy S20 Tactical Edition no está disponible para el público general y solo puede adquirirlo el Departamento de Defensa y el Gobierno Federal de EEUU a través de unos canales específicos.
Su diseño se basó en el del anterior teléfono militar S9, y representa un "gran salto adelante en la movilidad táctica". De acuerdo con la empresa, las pruebas de campo han demostrado que es el único dispositivo que el usuario final necesitará para poder planificar sus misiones, entrenarse y realizar operaciones. Además, es apto para el uso diario.
El nuevo Galaxy S20 puede conectarse a varias estaciones de radio para mantener abierta la comunicación y apoyar los telémetros de láser y, así, controlar la misión. Si bien es un teléfono móvil, el usuario también es capaz de conectarlo a un monitor para planificar el trabajo.
La batería inteligente permite ahorrar energía optimizándola. Cuando se pulsa un botón especial en el lateral, el dispositivo inicia rápidamente las aplicaciones de la misión. La pantalla táctil también es lo suficientemente sensible como para reconocer los toques con guantes.
Por si fuera poco, el nuevo Galaxy S20 dispone de una plataforma de telemedicina, donde los médicos pueden monitorear los signos vitales de los pacientes de una manera remota y organizar su evacuación.
"Trabajamos diligentemente con las compañías más fiables de la industria para asegurarnos de que las soluciones de 'software', servicios y 'hardware' de mejor calidad funcionan con nuestros dispositivos", señaló Chris Balcik, vicepresidente de ventas de Samsung Electronics America, citado por el portal Business Insider.