Aunque en 2015 el Reino Unido planeaba comprar 138 cazas F-35 a EEUU, está obligado a adquirir solo 48 aviones hasta finales de 2025 en virtud del contrato firmado, valorado en 9.100 millones de libras —unos 12.100 millones de dólares—. Se prevé que estos cazas se usarán en el portaviones británico de la clase Queen Elizabeth.
Según el medio, Londres podría detenerse finalmente en 70 cazas F-35 —60 operacionales y 10 de reserva en caso de una falla o daño—, es decir, casi el doble menos de lo programado inicialmente.
Invirtiendo en el desarrollo de su propia aeronave del futuro, el Reino Unido podría crear más empleos, pero es poco probable que una aeronave de este tipo tenga tanto éxito como el F-35, advierte Justin Bronk, investigador del Instituto Real de Servicios Unidos para Estudios de Defensa y Seguridad y experto en aviación de combate, consultado por el medio.
Se informa que el Tempest debería entrar en producción en masa para el año 2035.
En julio, el diario The Telegraph escribió sobre un escándalo en la Fuerza Aérea británica por desperdiciar dinero en los F-35A que no pueden operar desde los dos portaviones de la clase Queen Elizabeth del Reino Unido.