El desarrollo de la aeronave se llevó a cabo en secreto, por lo que solo se conocían unos pocos detalles, incluyendo el primer vuelo en noviembre del año pasado.
La mayoría de los aviones de negocios ligeros tienen un diseño de ala baja, con un fuselaje similar a la forma de un cigarro, una configuración que fue probada por el tiempo. Los diseñadores tienen pocos medios para mejorar en gran medida el rendimiento de la aeronave debido a su fuselaje, por lo que muchas empresas están explorando esquemas alternativos. Otto Aviation eligió un enfoque diferente y decidió usar un esquema clásico, pero cambiándolo para hacer el vuelo más económico.
La diferencia más notable entre el Celera 500L y el avión comercial clásico es el fuselaje: tiene la forma de un elipsoide. Las dos alas con unos winglets de gran tamaño están a los lados en el centro del elipsoide, mientras que las tomas del aire se encuentran en la parte trasera del fuselaje, su empenaje tiene una forma cruciforme y las hélices se encuentran en la configuración de empuje.
En la parte de la cola del fuselaje hay un motor diesel de 12 cilindros RED A03 que genera una potencia de más de 550 caballos de fuerza en el modo de despegue.
En el primer modelo de vuelo, solo hay ventanillas en la cabina y en la puerta lateral, pero en la versión final, también estarán en la parte media del fuselaje. Se planea el lugar para seis pasajeros sentados en dos filas.
La compañía reveló que además de la versión para pasajeros, se creará la versión para transporte de carga. La nave será capaz de acomodar contenedores de clase D. Asimismo se indica el potencial de utilizar Celera 500L como taxi aéreo, dron y en operaciones militares.
La aeronave realizó su primer vuelo en noviembre de 2019, y ha realizado 31 vuelos de prueba en total desde entonces. Otto Aviation planea lograr la certificación de la FAA para 2023 y establecer la producción para 2025 para empezar a suministrar la aeronave a los clientes.