"En un esfuerzo por mejorar la economía de las plantas de carbón, los propietarios están evaluando planes para hacer funcionar las plantas de forma estacional (…) Bajo estos planes, las plantas de carbón solo operarían durante los períodos de mayor demanda de electricidad, de diciembre a febrero [invierno] y de junio a agosto [verano]. La expectativa es que el cierre completo de las plantas cuando la demanda de electricidad es baja limitará las pérdidas financieras", dice el informe.
La disponibilidad de gas natural de combustión más barata y más limpia llevó a las empresas de servicios públicos a comenzar a cerrar plantas de carbón más antiguas y menos eficientes para cumplir con los estándares de emisión de aire más estrictos y adaptarse a una menor competitividad de costos.
Desde 2011 hasta mediados de 2020 se cerraron 95 gigavatios (GW) de capacidad de carbón o se convirtieron en otro combustible, y se programó el cierre de otros 25 GW en los próximos cinco años.
Como resultado, se espera que la capacidad de generación general de las plantas de carbón en EEUU disminuya en más de un tercio desde la capacidad máxima de 314 GW en 2011.
Los planes para reservar plantas de carbón en los estados de Texas (sur) y Wisconsin (noreste) para los picos de demanda estacionales en 2018 solo duraron un año antes de que las empresas de servicios públicos decidieran cerrar las instalaciones por completo, según el informe.