Esta es una ronda de protestas más contra Netanyahu que han estado en curso desde principios de este año y que han ganado fuerza en los últimos dos meses.
Un campamento de protesta frente a la residencia del primer ministro fue desalojado a la fuerza por la Policía el pasado 20 de agosto.
Los activistas condenan la gestión que el mandatario le ha dado a la crisis desatada por la pandemia del COVID-19. De acuerdo con una encuesta realizada por el Instituto por la Democracia de Israel, solamente un 29,5% de la población confía en el manejo que Netanyahu le ha dado a la situación.
Además, los manifestantes piden la dimisión del primer ministro debido a las causas de corrupción por las que está siendo investigado. A saber, tres casos de fraude, cohecho y abuso de confianza.