Probablemente hayas advertido que, cuando echas la vista atrás hacia un período concreto de tu vida, la cantidad y la intensidad de los recuerdos positivos que te vienen a la cabeza eclipsan a los malos.
El profesor ruso de neurología, neuroquímica y genética de la Universidad Estatal de Medicina de Kazán Rustem Gaifutdínov comenta a Sputnik que, aunque cueste más encontrarlos, los malos recuerdos también se quedan almacenados en el cerebro. Lo que ocurre es que este los esconde para que no los recordemos tan a menudo:
"La conciencia humana tiene mecanismos que nos protegen de la negatividad. Si nos dejamos llevar constantemente por la negatividad y las preocupaciones, eso no alargará la vida de ninguna manera ni nos hará exitosos", explica el experto.
No obstante, aunque recónditos, esos malos recuerdos permanecen en la memoria.
"Hay prácticas especiales que se usan en medicina forense, con las que se puede obligar a la persona a recordarlo todo. Esta puede recordar detalles, sensaciones visuales y auditivas, y también todas las sensaciones corporales. Todo eso queda bien registrado en la cabeza".