"No podemos dejar el poder teórico de partir nuestro país —de dividirlo— en manos de una organización internacional", escribe el mandatario conservador en la edición de este 12 de septiembre del diario The Daily Telegraph.
La propuesta legislativa, que se someterá el 14 se septiembre a votación en la Cámara de los Comunes, incluye tres párrafos que dan vía libre al Ejecutivo para modificar o ignorar los términos aduaneros y de ayuda estatal acordados en el protocolo norirlandés.
De aprobarse en su narrativa original, el Gobierno británico podrá resquebrajar el Acuerdo de Retirada de la UE, de forma unilateral y sin la mediación del Comité Conjunto sobre Irlanda del Norte, donde, según Johnson, "las cosas corren el riesgo de irse a pique".
"Nos dicen ahora que la UE utilizará una interpretación extrema del protocolo de Irlanda del Norte para imponer una frontera comercial a máxima escala en el mar de Irlanda, si no aceptamos los términos de la UE", escribe.
El premier agrega que la UE amenaza con imponer bloqueos comerciales entre el territorio británico del noreste de la isla de Irlanda y Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia y Gales).
Al mismo tiempo, Johnson deja entrever en el artículo que su órdago legislativo forma parte de su táctica de choque en la negociación de un tratado de libre comercio con la UE antes de la conclusión de la transición, el 31 de diciembre.
Veto de EEUU
El proyecto de ley del Mercado Interno, que regula el libre intercambio de mercancías entre las naciones del Reino Unido en el Brexit, ha provocado duras críticas dentro y fuera del país.
En Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi recalcó que "no hay ninguna posibilidad" de que la Cámara de Representantes, que ella preside, apruebe un tratado comercial bilateral con el Reino Unido si el Gobierno británico arriesga la estabilidad en Irlanda del Norte incumpliendo los términos del Tratado de Retirada de la UE.
Por otro lado, los Ejecutivos de Escocia y Gales se oponen al polémico plan legislativo y acusan al Gobierno de Johnson de "apropiarse de competencias" que corresponden a las administraciones autonómicas en cuanto Reino Unido abandone el mercado único y la unión aduanera de la UE.