Carrie Filipetti, subsecretaria adjunta para Cuba y Venezuela en la oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, ha destacado la importancia de que los políticos en Venezuela se mantengan unidos y enfocados en el mismo objetivo final.
Asimismo, afirmó que en el país hay opositores que buscan "socavar la democracia" y que seguirán sufriendo sanciones estadounidenses.
En opinión de la funcionaria, aunque entre los opositores venezolanos existen desacuerdos, la mayoría parece enfocada en una única meta: derrocar a Maduro de su puesto.
Washington no reconoce el Gobierno de Nicolás Maduro e insiste en la necesidad de llevar a cabo nuevos comicios presidenciales. Por su parte, Filipetti señaló que cualquier votación es imposible mientras esté en el poder.
"Las llamadas elecciones del 6 de diciembre son un fraude. No son libres. No son justas. Ni siquiera son realmente elecciones", recalcó Filipetti aludiendo a las próximas elecciones de la Asamblea Nacional.
¿Quién podría sufrir las sanciones de EEUU?
Dentro de la oposición venezolana, hay un sector que apuesta por un diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro e incluso forma parte de la Asamblea Nacional actual. Entre ellos se encuentra el actual presidente del ente legislativo, Luis Parra, antiguo miembro de Primero Justicia, partido fundado por Henrique Capriles Radonski.

La ya dividida oposición, sufrió un golpe con la elección de Parra, ya que se esperaba que se eligiera nuevamente a Juan Guaidó, diputado que en 2019 se autoproclamó presidente del país.
Las elecciones para escoger a los nuevos miembros de la Asamblea Nacional a celebrarse a finales de este año han creado mayores desacuerdos entre la oposición, ya que algunos se han planteado la posibilidad de acudir a las urnas, como el excandidato Capriles Radonski, mientras el ala más reacia al diálogo, liderada por María Corina Machado, considera que ir a una votación con el actual Consejo Nacional Electoral carece de todo sentido.
Por su parte, Juan Guaidó, quien es reconocido por la Administración Trump como el verdadero gobernante del país, ha llamado a una ruta alterna que consistiría en una convocatoria al pueblo y una agenda de movilización.