"Las perspectivas económicas en el corto y medio plazo siguen estando muy condicionadas por la evolución epidemiológica, aspecto sobre el que aún persiste una elevada incertidumbre", señala el Banco de España en su informe trimestral.
Estas previsiones empeoran los pronósticos más recientes del órgano supervisor, que en junio hablaba de caídas situadas entre el 9 y el 11,6% del PIB.
Tras esta caída, el Banco de España espera un repunte del crecimiento en 2021, año para el que se prevé un aumento del PIB de entre el 4,1 y el 7,3%.
Pese a ese repunte, el órgano supervisor despeja el horizonte de una recuperación rápida, subrayando que incluso en 2022 "la prolongación de la recuperación daría lugar a avances más modestos de la actividad".
Esto lleva al Banco de España a estimar que, en el mejor de los escenarios previstos, el PIB de 2022 se seguiría situando unos dos puntos porcentuales por debajo al nivel previo de la crisis, brecha que se ampliaría a algo más de seis puntos si la situación sanitaria se complica.
En cuanto al mercado de trabajo, el Banco de España pronostica que la tasa de paro podría subir a niveles situados entre el 19,4 y el 22,1% si desaparecen las ayudas por cese de actividad.
