"Es un acuerdo de cada país con EEUU —el texto es el mismo— porque Serbia necesitaba que fuera de esa manera, si no se podría interpretar que reconoce a Kosovo como contraparte. Pero eso nunca fue parte del acuerdo. Serbia nunca estuvo dispuesto a conceder el reconocimiento a Kosovo", aclaró el máster en Estudios Geopolíticos por la Universidad de Karlova de República Checa.
En estos pactos hay un componente diplomático no menor, al desplegar un paraguas sobre la cuestión de reconocimiento. "Por un año, Serbia se comprometió a dejar de lado la campaña anti-Kosovo en las organizaciones internacionales. Kosovo se comprometió, también por un año, a dejar de lado su campaña para ingresar a organismos internacionales", resumió.
Además, habrían consensuado trabajar para establecer paraderos de desaparecidos y víctimas de la guerra que los enfrentó hace más de 20 años.
La guerra los Balcanes
Kosovo es "una región histórica en la cual Serbia tiene un gran acervo tradicional, es el lugar donde en el Siglo XIV tuvo una gran batalla con Turquía. Es el lugar donde cimentó su identidad nacional, una región muy importante para ellos", resumió Iglesias, director de la consultora Intauras de Argentina.
Ocho años antes, el país había comenzado un proceso de disolución con enfrentamientos entre sus naciones, como resultado de lo cual, Eslovenia y Croacia se independizaron en 1991 y al año siguiente hicieron lo propio Macedonia y Bosnia-Herzegovina. En 1992 la nueva Yugoslavia estaba compuesta solo por Serbia y Montenegro —separados finalmente en 2006—, que buscaban sofocar a los rebeldes kosovares que también buscaban su independencia.
Desde finales de la década de 1980 y principios de la siguiente, "Kosovo ya tenía 90% de su población de etnia albanesa, no serbia. Con la desintegración de Yugoslavia esta población buscó su autodeterminación", recordó el entrevistado, y Serbia la consideró una provincia rebelde.
Y llegó la OTAN
Bajo argumentos de que los serbios cometían crímenes de lesa humanidad contra los rebeldes —entrenados y apoyados por Washington— la OTAN inició sobre Belgrado el primer bombardeo a una ciudad europea desde la Segunda Guerra Mundial.
En 2008 promovió la declaración unilateral de la independencia de Kosovo, que reconocen Washington y buena parte de la Unión Europea, con la excepción de España y otros cuatro estados. Tampoco Rusia y China consideran a Kosovo como país independiente.
"Rusia, que en aquel momento se opuso a la intervención de la OTAN, ha permanecido como el gran aliado de Serbia en esta cuestión, sobre todo en la ONU con el tema del veto para que Kosovo no sea reconocido como miembro de la ONU", graficó Iglesias.
Washington, punto de encuentro
Sobre por qué el acuerdo tiene mucho que ver con la campaña reeleccionista de Donald Trump, Iglesias señaló la inclusión del "reconocimiento mutuo entre Kosovo e Israel y que Serbia mudaría su embajada a Jerusalén", porque "parecía que eso no tendría mucho que ver con la cuestión".
El analista apuntó que en dicha zona está Rusia "desde siempre, y también ya está China. Me parece que la región es importante más allá de Serbia y Kosovo. No creo que EEUU mire para otro lado".