El 18 de agosto se desencadenó en Júpiter un singular fenómeno meteorológico: nada menos que una tormenta blanca. La mancha que se aprecia en las imágenes, brillante y alargada, muestra que la tormenta se encuentra en latitudes medias-septentrionales y que viaja alrededor del planeta a 560 kilómetros por hora.
Otro de los detalles a los que han hecho referencia los expertos de la NASA es que la famosa Gran Mancha Roja de Júpiter, una tormenta lo suficientemente potente como para tragarse a la Tierra, se está empequeñeciendo un poco. No obstante, sigue dominando toda la atmósfera sur del planeta y brillando con el vivo color rojo que la caracteriza.
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"Hubble observó el tormentoso planeta en múltiples longitudes de onda el mes pasado cuando la Tierra estaba en su punto más cercano a Júpiter durante el año... ¡Que todavía estaba a una distancia de 653 millones de kilómetros!", reza el comentario de la imagen.
"La visión nítida del Hubble está dando a los investigadores un informe meteorológico actualizado sobre la turbulenta atmósfera del monstruoso planeta, incluida una nueva y notable tormenta que se fortalece y un primo de la famosa región de la Gran Mancha Roja que se prepara para cambiar nuevamente de color", se puede leer en el comunicado que ha emitido la NASA.
A la izquierda del planeta se puede apreciar, si se fija la vista, una pequeña luna helada. Se trata de Europa, uno de los satélites de Júpiter, donde se cree que podría haber ingredientes para la vida.